ABUELO.—Sí. El hombre es el único animal que tiene conciencia de que va a morir, pero eso no le hace ser mejor ni más caritativo que el resto de los animales. (Arroja la muleta de BRICK sobre la cama.) Sí, Brick. La bestia humana sabe que tiene que morir ¿y sabes lo que hace?… Comprar, comprar, comprar. Porque tiene la absurda esperanza de que entre esa montaña de cosas inútiles que compra, se encuentra la vida eterna. ¡Qué equivocados están! (BRICK se levanta y se dirige hacia el bar.) Durante estos últimos meses he vivido como una sombra. Sin pronunciar palabra; durante horas y horas permanecía sentado en un sillón contemplando el espacio… Una sola idea me atormentaba… ¡La muerte! Pero hoy la he alejado de mí. Incluso me parece que esta noche el cielo ha cambiado de color. Por eso hablo, hablo…
BRICK.—Yo prefiero el silencio…
ABUELO.—¿Por qué?
BRICK.—Es lo que más me tranquiliza.
ABUELO.—Ese silencio, que ansías, hijo mío, te llegará demasiado pronto, antes de lo que quisieras. Brick, ¿has sentido alguna vez miedo? (Se levanta y va a cerrar la puerta.) Espera un momento. Voy a cerrar aquí.
(La cierra como si fuera a revelar un gran secreto.)
BRICK.—¿Qué te ocurre?
ABUELO.—(Emocionado.) Brick. Yo sé lo que es tener miedo. Más que miedo, pánico. Sí, lo he sentido crecer dentro de mí durante todos estos meses. Cuando creía tener…
BRICK.—¿Cuando creías tener…?
ABUELO.—¡Cáncer!…
BRICK.—Pues lo has disimulado muy bien.
ABUELO.—Una bestia puede aullar cuando ve que se acercan a matarla, pero un hombre debe callarse. Las bestias tienen más ventajas que los hombres. ¿Qué tal me sentaría un whisky?
BRICK.—Bien.
© La gata sobre el tejado de zinc caliente. Tennessee Williams. Acto Segundo.
Categorías:Fragmentos literarios
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