Título: El color prohibido. Autor: Yukio Mishima. Traductor: Jordi Fibla Feito y Keiko Takahashi. Colección: Alianza Literaria (AL)
Sinopsis: Shunsuké, un famoso escritor sexagenario, se siente atraído por la extraordinaria belleza de un joven homosexual, Yuichi. Lo ha conocido por medio de Yasuko, una joven de la que está enamorado, pero que no le corresponde ya que se siente atraída por Yuichi sin conocer sus inclinaciones. Tras la aparente estabilidad emocional de Shunsuké se esconde una vida atormentada con terribles fracasos sentimentales y altísimas cotas de misoginia a la que da rienda suelta en un diario que nunca verá la luz. Él, que ha dedicado su vida a la creación literaria, en un momento en que le ha abandonado la inspiración, ve en el joven y bello Yuichi la posibilidad de vengarse de las mujeres que le han hecho sufrir, le han menospreciado y humillado desde su juventud. Piensa iniciar su venganza diabólica con Yasuko, pactando con Yuichi que se case con ella pese a su incapacidad de amarla. Con su influencia, hará del joven apolíneo un personaje viviente de una novela que jamás escribirá, orientándole para que inflija el mayor sufrimiento posible a las mujeres que no podrán resistirse a sus encantos. Yuichi se sumerge en una serie de aventuras homosexuales al tiempo que cumple su pacto con el viejo escritor de seducir a varias mujeres para destrozarles el corazón. Lo que ignora el viejo escritor es lo que le deparará este juego perverso.
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Con una estética de calendario de bomberos para gays sensibles —los estudios de mercadotecnia de la editorial sabrán por qué han optado por esa portada— Alianza traduce al español por primera vez la obra más explícitamente homosexual de Mishima. Más allá del escaso morbo que a los lectores habituales de Mishima esto pueda generarles, los devotos de su obra habrán de hacer un considerable esfuerzo por no dejar este libro en el montón de los medio empezados. Así de terribles son sus primeras 30 páginas. Ya lo anuncia la nota de los traductores: es inmadura, irregular, y necesita ser podada, como al parecer el propio Mishima reconoció. Ellos optan por no hacerlo (a diferencia de lo que hiciera Alfred H. Marks en su tradución al inglés) y hacen bien. Porque este libro, como cualquier otro escrito por Mishima, merece una oportunidad, a pesar de su inicio pedante y aparentemente previsible, y de los soliloquios intelectualoides del personaje de Shunsuké, motor de la trama. Sáltenselos sin pudor, poden a su gusto. Porque, aunque no nos encontramos ante el mejor Mishima, sí nos encontramos ante un Mishima en estado puro representado en sus dos personajes masculinos principales. Shunsuké, el escritor viejo y depravado, es el Mishima feo y enfermizo de su adolescencia, misógino y extremo, culto hasta la extenuación. Yuichi, el bello efebo de cejas perfectas, es el cuerpo que Mishima deseo para sí mismo, que se construyó a base de gimnasio y kendo, y que exhibió, primero, literariamente en su relato Yukoku (Patriotismo) y, luego, en el corto que realizó de éste con él mismo como protagonista. Así que, saltándose las innecesarias y típicamente griegas reflexiones sobre la ausencia de alma de las mujeres, cuyo castigo parece el nudo de la obra, o aquéllas sobre lo bello y lo perverso, entramos en la verdadera novela dentro de la novela: el narciso insensible objeto universal de deseo del ambiente gay (él lo llama “gremio”) del Tokio de la posguerra y la maldad que encierra la fealdad. Ahí encontramos, al fin, a Mishima.
Primer capítulo de «El color prohibido», de Yukio Mishima. (PDF – 71,05Kb)
Véase también │Más allá de Murakami. Paloma Llaneza. Babelia. El Pais.com. 25.04.09.
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Lo empece a leer estoy en la pagi 200 y algo y…. creo que quiere decir mucho sin profundizar en la verdadera esencia. Es la primera vez que leo algo de él. De momento me esta decepcionando, seguiré un poco má a ver.
ya he leído a mishima antes -mis favoritos son el marino que perdió la gracia del mar y el pabellón de oro- así que esta obra no deja de llamarme la atención. las implicaciones filosóficas, samurai por supuesto, no figuran tanto. parece además de una predecible obra gay, un panfleto medio católico, lo feo es representación de la maldad, las mujeres son perniciosas…. pero supongo hay que concederle a mishima el haber escrito algo así, como una especie de confesión, una «cana la aire», un capricho que lo alivia por un momento de su profunda neurosis patriótica.
con paciencia lo entenderé.
Quiza se tenga que ser gay para poder sentirlo y entenderlo completamente.
No.
La portada es bastante melancólica, debido a Marguerite Yourcernar es que tengo mucha curiosidad de leer a este autor, será cuestión de buscar el libro por aquí, ojalá lo encuentre
Te recomiendo también Confesiones de una mascara de el mismo Yukio considero que es muy bueno ya que el mismo personaje narra la situación en la que se encuentra, en este caso una desviación sexual, dejando a un lado prejuicios y morbo al narrar las anécdotas.
AMO LA LITERATURA GAY Y LÉSBICA
ELIDA APONTE SANCHEZ
hace muchos años (30), leí una historia-cuento del señor mishima que contaba la historia de dos hermanos (ella y el) de edad adolecente, recuerdo que se adentraban en un bosque y ahi hacian una especie de pacto, enarbolando simbolicamente una piedra (untada de algo así como fluido corporal), como icono de amor fraternal.
si alguien lo conoce y sabe el nombre y donde lo puedo conseguir lo agradezco de antemano.
saludos.
jesussnr
no lo he leido, pero aparenta ser un exelente libro. :D definitivamente hay que ser gay para entender a mishima, juega con un morbo que nadie entenderia.
Yo la estoy leyendo y ya voy por la mitad. CReoq ue la obra está plagada de razonamientos sobre la lucha entre belleza-fealdad = arte-realidad. Es como un razonamiento filosofico disfrazado de historia gay. Sin duda las dos son apetecibles. Es agradable poder leerla sin podar, podada sería seguro una historia gay más.
A mí personalmente me encantó este libro, lo terminé de leer en menos de 4 días puesto que la narrativa me pareció muy interesante. Quizá sea cierto que hay que ser gay para entenderlo e identificarse mejor, no lo sé, sin embargo un gay de igual manera puede compenetrarse con una historia heterosexual así que por ese lado para mí el tema de ser o no ser gay no sería tan relevante.
a mi me agrado puesto k me enamore de un gay asi que entendi muchas situaciones en especial a la señora kaburagi jajaja…para ser honesta me salte algunos parrafos pues describe mucho el ambiente a tal extremo de ser algo tedioso pero la historia en si es interesante…
Lo he leído y me parecío un buen libro, a pesar de que la redacción es algo complicada. Efectivamente el principio es un tanto aburrido pero vale la pena seguir leyendo pues al final tiene una buena historia.