Noche oscura. San Juan de la Cruz
Canciones del alma que se goza de haber llegado al alto estado de la perfección, que es la unión con Dios, por el camino de la negación espiritual.
Canciones del alma que se goza de haber llegado al alto estado de la perfección, que es la unión con Dios, por el camino de la negación espiritual.
Aquí contemplo vida, me hago llama de esta hoguera de manos que levanta sus negras lenguas a lo alto, siento que soy un hombre más entre los hombres, y un vestido de angustias me abandona sencillamente, así la noche deja… Leer más ›
Sólo una vez. Sólo una vez supe para qué servía la vida. En Boston, de repente, lo entendí; caminé junto al río Charles, observé las luces mimetizándose, todas de neón, luces estroboscópicas, abriendo sus bocas como cantantes de ópera; conté… Leer más ›
Prólogo a la Autobiografía de Bertrand Russell «Tres pasiones, simples, pero abrumadoramente intensas, han gobernado mi vida: el ansia de amor, la búsqueda del conocimiento y una insoportable piedad por el sufrimiento de la humanidad. Estas tres pasiones, como grandes… Leer más ›
Au fait, se disait-il a lui-même, il parait que mon destin est de mourir en rêvant. (Stendhal, Le Rouge et le Noir, LXX, «La tranquillité») Morir soñando, sí, mas si se sueñamorir, la muerte es sueño; una ventanahacia el vacío;… Leer más ›
Canción de invierno Cantan. Cantan. ¿Dónde cantan los pájaros que cantan? Ha llovido. Aún las ramas están sin hojas nuevas. Cantan. Cantan los pájaros. ¿En dónde cantan los pájaros que cantan? No tengo pájaros en jaulas. No hay niños que… Leer más ›
Y sé muy bien que no estarás. No estarás en la calle en el murmullo que brota de la noche de los postes de alumbrado, ni en el gesto de elegir el menú, ni en la sonrisa que alivia los… Leer más ›
En la tierra de nadie En la tierra de nadie, sobre el polvo que pisan los que van y los que vienen, he plantado mi tienda sin amparo y contemplo si van como si vuelven. Unos dicen que soy de… Leer más ›
Lenta humedad. Sombra feliz del cabello que se arrastra cuando el sol va a ponerse, como juncos abiertos- es ya tarde; fría humedad lasciva, casi polvo-. Una ceniza delicada, la secreta entraña del junco, esa delicada sierpe sin veneno cuya… Leer más ›
Insomnio. Madrid es una ciudad de más de un millón de cadáveres (según las últimas estadísticas). A veces en la noche yo me revuelvo y me incorporo en este nicho en el que hace 45 años que me pudro, y… Leer más ›
Ellas no te abandonarán.El tiempo pasará, se borrará el deseo-esta flecha de sombra-y los sensuales rostros, bellos e inteligentes,se ocultarán en ti, al fondo de un espejo.Caerán los años. Te cansarán los libros.Descenderás aún máse, incluso, perderás la poesía.El ruido… Leer más ›
Campanas de Bastabales,cuando os oigo tocar,me muero de añoranzas. Cuando os oigo tocar,campanitas, campanitas,sin querer vuelvo a llorar. Cuando de lejos os oigopienso que por mí llamáisy de las entrañas me duelo. Me duelo de dolor herida,que antes tenía vida… Leer más ›
La poesía es un arma cargada de futuro. Cuando ya nada se espera personalmente exaltante, mas se palpita y se sigue más acá de la conciencia, fieramente existiendo, ciegamente afirmado, como un pulso que golpea las tinieblas, cuando se miran… Leer más ›
Piedra de sol. Un sauce de cristal, un chopo de agua, un alto surtidor que el viento arquea, un árbol bien plantado mas danzante, un caminar de río que se curva, avanza, retrocede, da un rodeo y llega siempre: un… Leer más ›