Las crisis económicas no solamente aguzan el ingenio, sino las ansias de leer: ese milenario ejercicio de imaginación reflexiva que, en plena era de las tecnologías pijas, sigue ofreciéndonos el ocio más provechoso y también uno de los más baratos. En tiempos de vacas flacas, mientras muchos sectores sufren graves pérdidas, la industria editorial suele defenderse bastante bien. No es de extrañar: sin movernos de casa, las buenas lecturas nos permiten viajar a lugares desconocidos, nos dan confortable alojamiento y nos dejan con una sensación de banquete consumado. Por todo eso, y porque el año se acaba y los balances nos tientan, me gustaría recomendar algunos de los libros que me han alegrado durante este revoltoso 2008.
Cuento:
1.- Érase una vez (Lumen) de Margaret Atwood.
2.- Pétalos (Anagrama) de Guadalupe Nettel.
3.- Sesenta relatos y El colombre (Acantilado) de Buzzati.
Novela:
1.- Virilidad (Bajo la luna) de Cynthia Ozick.
2.- Un lugar llamado Oreja de Perro (Anagrama) de Iván Thays.
3.- Mentiras contagiosas (Páginas de Espuma) de Jorge Volpi.
Poesía:
1.- Cartas a Lou (Acantilado) de Guillaume Apollinaire.
2.- Dinero (DVD Ediciones) de Pablo García Casado.
3.- Sonetos de Shakespeare (Nivola) traducido por Pedro Pérez Prieto.
Leer artículo completo en Diario Sur.
Categorías:Libros
Deja una respuesta