Se equivocó la paloma ¿Se equivocó la paloma, se equivocaba. Por ir al norte fue al sur, creyó que el trigo era el agua. Creyó que el mar era el cielo que la noche la mañana. Que las estrellas rocío,… Leer más ›
50 poemas
Qué tengo yo que mi amistad procuras. Lope de Vega.
Qué tengo yo que mi amistad procuras ¿Qué tengo yo que mi amistad procuras? ¿Qué interés se te sigue, Jesús mío, que a mi puerta cubierto de rocío pasas las noches del invierno escuras? ¡Oh cuánto fueron mis entrañas duras,… Leer más ›
Nota biográfica. Gloria Fuertes.
Nota biográfica Gloria Fuertes nació en Madrid a los dos días de edad, pues fue muy laborioso el parto de mi madre que si se descuida muere por vivirme. A los tres años ya sabía leer y a los seis… Leer más ›
Serán ceniza. José Ángel Valente.
Serán ceniza… Cruzo un desierto y su secreta desolación sin nombre. El corazón tiene la sequedad de la piedra y los estallidos nocturnos de su materia o de su nada. Hay una luz remota, sin embargo, y sé que no… Leer más ›
Hijas del viento. Alejandra Pizarnik.
Hijas del viento. Han venido. Invaden la sangre. Huelen a plumas, a carencia, a llanto. Pero tú alimentas al miedo y a la soledad como a dos animales pequeños perdidos en el desierto. Han venido a incendiar la edad del… Leer más ›
No volveré a ser joven. Jaime Gil de Biedma.
No volveré a ser joven. Que la vida iba en serio uno lo empieza a comprender más tarde -como todos los jóvenes, yo vine a llevarme la vida por delante. Dejar huella quería y marcharme entre aplausos -envejecer, morir, eran… Leer más ›
Tú me quieres blanca. Alfonsina Storni.
Tú me quieres blanca Tú me quieres alba, Me quieres de espumas, Me quieres de nácar. Que sea azucena Sobre todas, casta. De perfume tenue. Corola cerrada Ni un rayo de luna Filtrado me haya. Ni una margarita Se… Leer más ›
Canción del pirata. José de Espronceda.
Canción del pirata. Con diez cañones por banda, viento en popa, a toda vela, no corta el mar, sino vuela un velero bergantín. Bajel pirata que llaman, por su bravura, el Temido, en todo mar conocido del uno al otro… Leer más ›
Nocturnos. José Asunción Silva.
Nocturno I A veces, cuando en alta noche tranquila, sobre las teclas vuela tu mano blanca, como una mariposa sobre una lila y al teclado sonoro notas arranca, cruzando del espacio la negra sombra filtran por la ventana rayos de… Leer más ›
Pedro Salinas: ¡Qué gran víspera el mundo!
¡Qué gran víspera el mundo! No había nada hecho. Ni materia, ni números, ni astros, ni siglos,… nada. El carbón no era negro ni la rosa era tierna. Nada era nada, aún. ¡Qué inocencia creer que fue el pasado de… Leer más ›
Amor constante más allá de la muerte. Francisco de Quevedo.
Cerrar podrá mis ojos la postrera Sombra que me llevare el blanco día, Y podrá desatar esta alma mía Hora, a su afán ansioso lisonjera; Mas no de esotra parte en la ribera Dejará la memoria, en donde ardía:… Leer más ›
Nanas de la cebolla. Miguel Hernández.
“Esta semana, como las anteriores, llega martes y no ha llegado tu carta. También empiezo a escribir ésta para que me dé tiempo a echarla después, cuando el correo me traiga la tuya, que no creo que falte hoy. Estos… Leer más ›
Palabras para Julia. José Agustín Goytisolo.
Palabras para Julia. Tú no puedes volver atrás porque la vida ya te empuja como un aullido interminable. Hija mía es mejor vivir con la alegría de los hombres que llorar ante el muro ciego. Te sentirás acorralada te sentirás… Leer más ›
Poema XX: Puedo escribir los versos más tristes esta noche, de Pablo Neruda.
Poema XX. Puedo escribir los versos más tristes esta noche. Escribir, por ejemplo: “La noche está estrellada, y tiritan, azules, los astros, a lo lejos.” El viento de la noche gira en el cielo y canta. Puedo escribir los versos… Leer más ›
El remordimiento. Jorge Luis Borges.
El remordimiento He cometido el peor de los pecados que un hombre puede cometer. No he sido feliz. Que los glaciares del olvido me arrastren y me pierdan, despiadados. Mis padres me engendraron para el juego arriesgado y hermoso de… Leer más ›