El escritor argentino Jorge Luis Borges envió el 6 de mayo de 1986, semanas antes de morir, una carta a la Agencia Efe en la que reconocía «la determinación de ser un hombre invisible» en Ginebra, una ciudad en la que se sentía «misteriosamente feliz«. En plena polémica alrededor de la idea de la legisladora peronista María Beatriz Lenz de repatriar los restos mortales de Borges a Argentina, este documento en poder de Efe cobra nueva importancia y arroja un poco más de luz sobre el apego del escritor a la ciudad suiza en los últimos días de su vida.
Fuente │EFE
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Creo que es váñida y no criticable la decisión del recinto en donde reposaran nuestros restos. ¡Faltaba más, faltaba menos!
Buen post. Te he linkeado, saludos.
-JLE