Rafael Alberti falleció en su casa de El Puerto el 27 de octubre de 1999 a las 23:45 horas. El acta de defunción no se firmó hasta media hora más tarde, las 00:15 horas del día 28 de octubre, por lo que los libros recogen esta fecha como la de su muerte.
Tal día como hoy de 1999 se apagó la voz de Rafael Alberti, marinero en tierra y poeta sin par que iluminó con sus versos a un país que no siempre le trató bien por motivos políticos pero que acabó rendido a su talento.
Nacido en El Puerto de Santa María (Cádiz) el 16 de diciembre de 1902, Rafael Alberti se enamoró del mar nada más verlo y a él volvería una y otra vez en sus obras. La playa era para él un lugar idílico en el que encontraba el remanso de paz perfecto para pasar el tiempo pintando, una de sus grandes aficiones. Allí encontraba un horizonte sin límites que casaba mal con la férrea disciplina que le impusieron en el Colegio de San Luis Gonzaga, regentado por los jesuítas. Su espíritu rebelde dio como resultado su expulsión del centro en 1916, tan solo un año antes de que se viese obligado a trasladarse con su familia a Madrid. En la capital no encontrará vestigios del mar tan amado salvo en los cuadros del Museo del Prado, donde se cimentaría su afición por el arte.
En 1922, Alberti publica sus primeros versos en la revista «Horizonte», y un año más tarde ya está dándole forma a lo que acabaría convirtiéndose en «Marinero en tierra», obra que le valdría el Premio Nacional de Literatura en 1925. Un año antes de recibir tan magno galardón, el poeta llegaba a la Residencia de Estudiantes, lugar en el que trabaría contacto con Federico García Lorca, Pedro Salinas, Jorge Guillén, José Moreno Villa, Pepín Bello, Salvador Dalí, Luis Buñuel, Vicente Aleixandre, Gerardo Diego, Dámaso Alonso y José Bergamín. Junto a ellos integraría la Generción del 27, la más gloriosa de las letras españolas. Clave en la formación de ese grupo sería también el torero Ignacio Sánchez Mejías, quien sería una fuente de inspiración constante para el escritor gaditano.
En 1929, Alberti publicaba «Cal y canto» y «Sobre los ángeles», obras que muestran toda la complejidad del lenguaje de un autor que poco antes había atravesado una crisis existencial motivada por las penurias económicas, sus problemas de salud y la pérdida de la fe. De lo que no reniega es de su compromiso político, participando en revueltas estudiantiles, afiliándose al Partido Comunista y apoyando la proclamación de la II República.
En 1930, Albertí contrae matrimonio con María Teresa León y poco después alumbra sus primeras obras dramáticas, «El hombre deshabitado» y «Fermín Galán». En 1932, Alberti y su esposa emprenden viaje por la Unión Soviética, Alemania, Holanda, Dinamarca, Noruega y Bélgica, lo que le permite ampliar sus horizontes intelectuales. Un experiencia que le lleva a fundar en 1934 la revista «Octubre».
Tras el estallido de la Guerra Civil, Alberti se convierte en secretario de la Alianza de Intelectuales Antifascistas y multiplica sus actividades en defensa de sus convicciones ideológicas. Pero la victoria de Franco le obliga a tomar la dura decisión de exiliarse. Primero se traslada con María Teresa León a la casa de Neruda en París y, más tarde, viajan hasta Argentina para escapar de la Segunda Guerra Mundial. Allí vertiría su dolor en obras como «El trébol florido» (1940), «El adefesio» (1944) y «La Gallarda» (1944-1945).
Roma será la siguiente parada en el periplo vital de Rafael Alberti. A la «ciudad eterna» llegaba el 28 de mayo de 1963, instalándose en el Trastevere. Sigue escribiendo y estudia nuevas técnicas pictóricas. Galardonado con el Premio Lenin de la Paz, de esta época datan obras como «Roma, peligro para caminantes» (1964) o «Los ocho nombres de Picasso» (1970).
Pero lo que más ilusión le hace es volver a España, algo que por fin puede hacer el 27 de abril de 1977. Los nuevos aires democráticos le permiten ser elegido como diputado por el Partido Comunista y sus obras comienzan a estrenarse en los teatros españoles.
En 1983, Rafael Alberti recibía el Premio Cervantes, que venía a sumarse al Nacional de Teatro, con el que había sido reconocido dos años antes. Unos instantes de felicidad que quedarían empañados con la muerte, en 1988, de María Teresa León. Pero el amor volvería a golpear a su puerta, contrayendo matrimonio en 1990 con la escritora María Asunción Mateo. Con ella disfrutaría de los innumerables homenajes que se le tributarían en los últimos años de una vida que se extinguiría el 28 de octubre de 1999 en su casa de El Puerto de Santa María. Sus cenizas, como no podía ser de otra forma, fueron esparcidas en el mar.
Hoy, diez años después de su muerte, el recuerdo de Alberti sigue más vivo que nunca, como prueban los numerosos actos que la Fundación Rafael Alberti ha preparado en su honor. Así, el 16 de diciembre, el día en el que el poeta hubiera cumplido 107 años, se presentará un texto inédito suyo y también verá la luz el tomo de sus Obras Completas en prosa dedicado a la «Arboleda pérdida».
Fundación Rafael Alberti.
Rafael Alberti en el Centro Virtual Cervantes.
Portal de Rafael Alberti en la Biblioteca Miguel de Cervantes.
Poemas de Rafael Alberti en A media Voz.
Fuente: ABC.es
Actualización 28 de octubre de 2015.
Rafael Alberti – Entrevista en el programa «A fondo» (TVE, 1977) – Podcast
Rafael Alberti. Última entrevista para TV (1993) – Podcast
Rafael Alberti. Última entrevista para TV (1993) – Vídeo YouTube
Categorías:Efemérides, In Memoriam
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