Sólo una vez. Anne Sexton.

«Pero trato de tener cuidado y ser amable con ellas. Las palabras y los huevos deben manipularse con cuidado. Una vez rotas hay cosas que es imposible reparar».

Sólo una vez.

Sólo una vez supe para qué servía la vida.
En Boston, de repente, lo entendí;
caminé junto al río Charles,
observé las luces mimetizándose,
todas de neón, luces estroboscópicas, abriendo
sus bocas como cantantes de ópera;
conté las estrellas, mis pequeñas defensoras,
mis cicatrices de margarita, y comprendí que paseaba mi amor
por la orilla verde noche y lloré
vaciando mi corazón hacia los coches del este y lloré
vaciando mi corazón hacia los coches del oeste y llevé
mi verdad sobre un pequeño puente encorvado
y apresuré mi verdad, su encanto, hacia casa
y atesoré estas constantes hasta el amanecer
sólo para descubrir que se habían ido.

*****

Poema original en inglés:

Just once

Just once I knew what life was for.
In Boston, quite suddenly, I understood;
walked there along the Charles River,
watched the lights copying themselves,
all neoned and strobe-hearted, opening
their mouths as wide as opera singers;
counted the stars, my little campaigners,
my scar daisies, and knew that I walked my love
on the night green side of it and cried
my heart to the eastbound cars and cried
my heart to the westbound cars and took
my truth across a small humped bridge
and hurried my truth, the charm of it, home
and hoarded these constants into morning
only to find them gone.

– Anne Sexton

De: “Poemas de amor” – 1969. Traducción de Ben Clark. Ed. Linteo Poesía (2009).



Categorías:Poesía

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2 respuestas

  1. Anne Sexton, muy agradable en tejido de su palabra pues dejas tras sombras de arrepentimiento y generas en mi un romantico cantico para decirle que bello lo que escribe ( desde Popayan – Colombia- Patricia)

  2. Otra posible traducción del poema de Anne Sexton, cordiales saludos y gracias por el fantástico blog:

    Solamente una vez supe para qué servía mi vida.
    En Boston, de repente, lo comprendí;
    Caminaba a lo largo del río Charles,
    miraba las luces copiándose a sí mismas,
    Todas de neón y de corazón estroboscópico, abriendo
    sus bocas gordas como cantantes de ópera;
    conté las estrellas, mis pequeñas compañeras,
    mi cicatriz margaritas, y comprendí que paseaba mi amor
    por su orilla del color verde de la noche y lloré
    mi corazón a los coches en dirección este y lloré
    mi corazón a los coches en dirección oeste y llevé
    mi verdad a través de un pequeño puente retorcido
    y protegí mi verdad, sus estertores, hasta mi casa
    y atesoré esta agonía hasta casi el amanecer,
    solamente para descubrir que ya se había ido.

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