A vueltas con Darwin. Texto: Carlos López-Fanjul. Revista de Libros. Nº 153. Septiembre 2009.
La conmemoración del doble aniversario de la publicación de El origen de las especies (1859) y del nacimiento de su autor (1809) ha generado un amplio surtido de publicaciones de calidad muy desigual. En primer lugar, traducciones al castellano de diversas obras de Darwin, algunas reimpresas, como las del Diario del viaje de un naturalista alrededor del mundo y El origen, y otras de nueva factura. Entre las últimas, dos textos cortos, La fecundación de las orquídeas y Plantas carnívoras, y uno muy largo, La variación de los animales y las plantas bajo domesticación; todos ellos acompañados de una breve introducción, adecuada en los dos primeros casos y detestable en el último. El interés comercial de esta operación se me escapa, puesto que el especialista, bien sea en evolución o en historia y filosofía de la ciencia, preferirá sin duda su propia interpretación del texto original, y el resto de los lectores apreciará más una puesta al día de los temas mencionados que su exposición decimonónica, aunque venga de la pluma del mismísimo Darwin. En cualquier caso, toda la obra impresa de éste, junto con alguna manuscrita y gran parte de su correspondencia, puede consultarse gratuitamente en Internet.
Sólo el recurso a las antaño motejadas de «bajas pasiones» puede explicar una propaganda editorial que califica a la carencia de traducciones previas de «desatención escandalosa, fruto sin duda del tradicional recelo hispánico por las ciencias», y, para añadir más leña al fuego, se anuncia a bombo y platillo la oferta de la Autobiografía de Darwin «sin censuras». Si bien es cierto –y, en mi opinión, comprensible– que Francis Darwin suprimió del escrito más personal de su padre aquellos párrafos que, en el momento (1887), aún pudieran herir susceptibilidades, también lo es que Nora Barlow dio a la imprenta el texto completo de su abuelo hace nada menos que cincuenta años (1958). Quisiera contrarrestar la reincidente apelación al morbo ibérico indicando que la traducción de los manuscritos preparatorios de El origen –el Borrador de 1842 y el Ensayo de 1844 – y de las comunicaciones de Darwin y Wallace que fueron leídas en la famosa sesión de la Linnaean Society del 1 de julio de 1858 –considerada como la presentación en sociedad de la teoría de evolución por selección natural – se han publicado precedidas de un largo y excelente estudio de Fernando Pardos.
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