¿A qué grabar un nombre en las paredes,
manchar con torpes trazos la blancura
deslumbrante, impoluta, de la nada?
¿A qué este vano empeño de ir dejando señales,
de escribir en la arena, a resguardo del viento,
las triviales miserias que conforman tu vida?
Sobre las tercas líneas que dibujan un rostro
ha de pasar la mano piadosa de los años
borrando letras, sílabas, palabras sin sentido.
El papel en que escribes volverá a estar en blanco.
¿Y habrá dicha mayor que no haber sido?
De «El Pasajero» (1992).
Autor: José Luis García Martín.
Poemas de José Luis García Martín – A Media Voz.
Café Arcadia – Blog de José Luis García Martín.
Categorías:Poesía
Noche oscura. San Juan de la Cruz
Aquí contemplo vida, me hago llama. Victoriano Crémer
Sólo una vez. Anne Sexton.
Morir soñando – Miguel de Unamuno.
Deprimente.
Me encantan mis arrugas porque he vivido.
me encantan todos mis cuadros pintados y mis hojas escritas.
El único propósito del regalo de la vida es vivirla.
«Es tiempo de poner esa bandera»…que dijera Saramago; no creo que haya nada que lo iguale…el resto, que no el verso machadiano, «puede quedarse donde está»…
Atesoro el blanco papel emborronado de la nada de siempre…
Magníficos versos. Gracias.
Un saludo