Versos olvidados

Elegía. Miguel Hernández.

(En Orihuela, su pueblo y el mío, se me ha muerto como del rayo Ramón Sijé con quien tanto quería). Yo quiero ser llorando el hortelano de la tierra que ocupas y estercolas, compañero del alma, tan temprano. Alimentando lluvias,… Leer más ›

Final de Año.

Ni el pormenor simbólico de reemplazar un tres por un dos ni esa metáfora baldía que convoca un lapso que muere y otro que surge ni el cumplimiento de un proceso astronómico aturden y socavan la altiplanicie de esta noche… Leer más ›

Quedarme en casa…

Quedarme en casa, sumergida en los pliegues de las horas, y no esperar a nadie. Que los ojos escuchen y se olviden del mundo. Que me arrope el silencio y respire en mi nuca su suave indiferencia. Que vivir sea… Leer más ›

Elogio del olvido.

¿A qué grabar un nombre en las paredes, manchar con torpes trazos la blancura deslumbrante, impoluta, de la nada? ¿A qué este vano empeño de ir dejando señales, de escribir en la arena, a resguardo del viento, las triviales miserias… Leer más ›

Emilio Prados: Noche humana.

La noche, perseguida, se entró por mi ventana: —Méteme por tus ojos, escóndeme en tu olvido; aun tu cuerpo, entreabierto, puede muy bien guardarme, antes de que se entregue al cerrado abandono que ya está desciñendo tu ardiente vestidura. Antes… Leer más ›