Fallece el escritor Frank McCourt a los 78 años.
«Aquí hay mofas. Aquí hay befas por las desventuras de los demás. ¿Hay en esta clase alguien que se crea perfecto? Que levante la mano.
Nadie levanta la mano.
¿Hay en esta clase alguien que pertenezca a una familia rica a la que le sobre el dinero para comprar zapatos? Que levante la mano.
Nadie levanta la mano.
– Aquí hay niños que tienen que remendarse los zapatos como pueden -dice-. Aquí hay niños que ni siquiera tienen zapatos. No es culpa suya, y no es una vergüenza. Nuestro Señor no tenía zapatos. Murió sin zapatos. ¿Veis que luzca zapatos clavado en la cruz? ¿Lo veis, niños?
– No, señor.
– ¿Qué es lo que no véis?
– Que Nuestro Señor luzca zapatos clavado en la cruz, señor.
– Ahora bien, si oigo decir que un niño de esta clase se mofa y se befa de McCourt o de su hermano por sus zapatos, saldrá a relucir la vara. ¿Qué saldrá a relucir, niños?
– La vara, señor.
– La vara escocerá, niños. La palmeta del fresno silbará por el aire, caerá en el trasero del niño que se mofa, del niño que se befa. ¿Dónde caerá, niños?
– En el niño que se mofa, señor.
– ¿Y…?
– En el niño que se befa, señor».
Extraido de: Las cenizas de Ángela. Frank McCourt (1996)
Categorías:In Memoriam
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