In Memoriam: Alda Merini.

alda-merini_Alda Merini (Milán, 21 marzo 1931-1 noviembre 2009)

La poetisa Alda Merini, de 78 años, considerada la última gran exponente de este género en Italia, ha fallecido en el hospital San Paolo de Milán tras una larga enfermedad, informaron los medios de comunicación.

Comenzó a publicar poesías con tan solo 15 años y su primer libro, La presenza di Orfeo (1953), obtuvo los aplausos de la crítica, que hablaba de una «niña prodigio”, que sin embargo tuvo grandes problemas en la escuela. Su vida y su obra están marcados por una alternancia entre locura y lucidez, cómo se muestra en la que está considerada su gran obra La Terra Santa (1988), con la que ganó varios premios.

En otras de su obras, como Delirio amoroso (1989) e Il tormento delle figure, la poeta describe la perdida de los sentidos con el amor. El amor y el sufrimiento que conlleva será también el tema de libros como Vuoto d’amore (1991) o Ipotenusa d’amore (1992).Otras de sus obras son La pazza della porta accanto (1995), Folle, folle, folle d’amore per te (2002) y sus últimos trabajos se publicaron en 2003, Più bella della poesía è stata la mia vita, y 2005, Nel cerchio di un pensiero (teatro per voce sola).

En 1996 había sido propuesta para el premio Nobel de Literatura, una candidatura apoyada sobre todo por el premio Nobel italiano Dario Fo.


Locura, mi joven y gran enemiga,
algún tiempo te llevé como un velo
en mis ojos, al conocerme apenas.
De lejos me viste, como blanco tuyo
y pensaste que yo sería tu musa;
cuando empezó la pérdida de dientes,
que aún me aflige entre tanto despojo,
compraste la manzana del futuro
para darme el fruto de tu fragancia.

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El Manicomio es una gran caja de resonancia
y el delirio se vuelve eco,
medida el anonimato,
el manicomio es el Monte Sinaí,
maldito, en el que recibes
las tablas de una ley
que los hombres no conocen.

Carta de amor

Escribe una carta de amor solamente
que tenga la semilla de un gran suspiro
y después olvídala en la memoria
para que yo la pueda escuchar.
De noche, cuando duermes,
aunque tú no lo sabes, vengo a buscarte:
mi límite frío de sueño
se compagina con el tuyo,
vivimos sobre dos desiertos
que al atardecer se transforman en colinas
y desnudo mis senos en la noche
ansiosa de que tú los mires.

Página oficial de Merini.



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