Hoy viernes 18 de Junio, José Saramago ha fallecido a las 12:30 horas en su domicilio de Lanzarote, a los 87 años de edad, a consecuencia de un fallo multiorgánico después de una larga enfermedad. El escritor murió acompañado de su familia, despidiéndose de una forma serena y plácida.
Fundación José Saramago
18 de junio de 2010
Se va Saramago, el hombre que nos previno contra una destructora epidemia de ceguera. Y en estos tiempos su adiós parece un símbolo. El primer Premio Nobel que recibió la lengua portuguesa ha sido un referente para toda la izquierda del planeta. Afiliado al Partido Comunista, y a pesar de sus éxitos literarios, Saramago no dejó jamás de implicarse en todos los asuntos sociales y políticos. Quizá por su activismo eligió como compañera desde hace 25 años a la también periodista sevillana Pilar del Río. España y Portugal unidos en un matrimonio que a Saramago le habría gustado llevar hasta el altar de lo político.»El hombre que se atrevió a decir no», ése podría ser un buen epitafio para él. En estos tiempos en los que, más que nunca, nos obligan a decir que sí. In Memoriam:
Sobre la escritura
- “Yo no escribo para agradar ni tampoco para desagradar. Escribo para desasosegar». (2009).
- «Sigo escribiendo, intentándolas comprender (las cosas), porque no tengo nada mejor que hacer y sabiendo que llegaré al final sabiendo lo mismo que sabía antes, es decir poco o casi nada». (2007)
- «El triunfo nunca ha sido un objetivo para mí». (2007)
- «En un tiempo como el de ahora, en el que tan fácilmente se desprecia a los mayores, creo que soy un ejemplo muy bueno. Entre los 60 y los 84 he hecho una obra. Por tanto ¡ojo con los viejos!» (2007)
- «Antes de empezar a escribir, tengo que escuchar lo que suena en mi cabeza, porque si acabo una frase con todo sentido, pero a esa frase le faltan armonía y melodía, es que aún sigue incompleta». (2007)
- «No es que sea pesimista, es que el mundo es pésimo». (2005)
- «El escritor es sólo un pobre diablo que trabaja». (2004)
- «Yo no escribo por amor, sino por desasosiego; escribo porque no me gusta el mundo donde estoy viviendo». (2003)
- «Si la literatura pudiera cambiar el mundo, ya lo habría hecho». (2004)
Especial José Saramago en el Mundo.es.
Especial José Saramago en RTVE.es.
Especial José Saramago en El País.com.
Especial José Saramago en Diario Sur.
Especial José Saramago en La Jornada Semanal.
En Algún día | José Saramago.
Categorías:In Memoriam
Gracias por este homenaje a José Saramago, me uno.
Descanse en paz
Mi gratitud póstuma al Gran José Saramago, la que siempre admirare su talento y valor.
Que tengo el descanso eterno.
Ramón Noguera
Qué falta nos vas a hacer! En uno de los momentos más duros de la vida, irónicamente encontré la luz en el fondo de La Caverna. Encontré en el Evangelio según Jesucristo la narración que siempre tuve de la historia de Jesús, y se engrandeció en mi corazón al ser más humano que Hijo de Dios. El ensayo sobre la ceguera me hizo ver lo ciegos que somos todos dentro de nuestro egoísmo, al masificar nuestra sociedad y al negar la humanidad por el consumo. Eres grande saramago y nunca dejarás de serlo!
«No aconsejo nada a nadie, pero digo que voy a bucear en la mejor prosa y, por tanto, desapareceré estos días. ¿Alguien quiere acompañarme?»
(…)
Gracias por este Ensayo de romance, por todo…
«Eu disse: «Amanhã vamos buscar o
António.» M. apertou-se muito contra mim. «E um dia destes dar-te-ei uns papéis que aí
tenho. Para leres.» «Segredos?», perguntou ela, sorrindo. «Não. Papéis. Coisas
escritas.» (p. 311)
Haz clic para acceder a Introducao.pdf
Gracias, gracias, gracias…
Gracias, Pilar.
Cuando muere un escritor
realmente no se muere
porque deja el corazón
latiendo hoy y por siempre
dentro de cada palabra,
dentro de cada escrito,
dentro de cada casa
en la que habitan sus libros.
Saramago se ha marchado
a pesar de lo que dijo,
y es que estar enamorado
era el único camino
para escapar de la muerte
que le dió caza ayer mismo.
Defensor de sus ideas
utilizando palabras
por ser la única arma
que utilizar se debiera.
Hombre honesto y muy honrado
supo ser siempre sincero
pero evitando hacer daño.
Ilustrado cerrajero
que a sí mismo se ha forjado.
Hombre prolijo y sereno
con un inmenso legado.
Y, sobretodo, un inmenso
ser humano enamorado
que detuvo por amor
las manillas del reloj
cuando vió a su ser amado.
Sé que no lo quisiera
el maestro Saramago,
pero la muerte pudiera
como el soñó con su ensayo
haber sido intermitente
y dejarnos disfrutarlo
porque el mundo no merece
que se vaya Saramago.
Hay
Pablo Mora
In memoriam: José Saramago
Hay un retrato de agua y de quebranto palabras de entre casa y las de cambio un juntar de palabras escondido una cuerda más tensa y resonante la amenaza de muerte o de esperanza hay sombras y luciérnagas hay vida ese olor de mujer que nos persigue o ese clamor de patria que nos reta o con el alma de la patria en ascuas una vena sangrando de pavor la nocturna memoria sofocada el murmullo del día amanecido la jaula de locura enfurecida hay mentiras de más y compromisos la vida inesperada descubierta la promesa escondida en la semilla aguas blancas secretas reunidas lo amargo de las sombras y las penas
Hay el grito solar como protesta el infierno el martirio de los hombres un río una promesa el mar dormido un juego de demencia una ventana el íntimo rumor que abre las rosas el camino del perro su pupila señales de estar vivo y en peligro la noche y su recado a la intemperie altos troncos y en lo alto el claro canto la palabra y el llanto y sus hogueras el mar su llamarada sus confines grandes secretos todos escondidos hay un terror de manos en el alba un rechinar de puerta una sospecha un grito que horada como una espada un ojo desorbitado que te espía hay un fragor de fin y de derrumbe un enfermo que rompe una receta hay un niño que llora medio ahogado hay un juramento que nadie acepta una esquina que salta en emboscada un trazo negro un brazo que repele un resto de comida masticada una mujer atada que se acuesta
Hay flores que navegan en azul hay la antigua memoria de las aguas un árbol que conozco de memoria hay un hombre velando desatado hay una noche insomne rebelada la lumbre del asombro al descubierto el fondo más lejano de los vasos hay un viento que danza hay una calle un cielo hay unos árboles en fila hay una soledad ciertos recuerdos hay una atmósfera de hollín cargada de asombro de pavor de escarapela hay un viento que danza enloquecido hay un reloj de tiempo detenido hay un reloj paralizado ahora una calle un rencor hay alguien solo hay hambre junta en oleada atroz hay hambre antigua nueva y a montones la miseria el luto otra vez el hambre al hombre lo cobija el hambre antigua en el umbral del tiempo se acurruca sólo comemos soledad y pena seguimos con el hambre todavía en el ruedo del hambre y de la guerra se agiganta la sombra de la muerte la lluvia Dios el hombre tienen hambre
Hay un paso dos muros escondidos hay un batir de remo acompasado el silencio que ahoga y amordaza de pie la cuerda tensa del orgasmo la sombra de la muerte que reúne el peso de la noche y el gemido el reverso del trono el rudimento la promesa dormida en la semilla hay el grito solar como protesta el grito la amenaza el perro malo la pena del silencio el sinsentido hay un terror de manos en el alba el aullido del pan acá en la puerta la pólvora y el pueblo y la palabra hay la esquina del tiempo que resurge el destino del hombre su sollozo hay un pobre que llora en el barranco un niño que entre lluvias llanto apaña hay un dolor de huecos por el aire hay una luna canjeada en muerte —miserable torpeza de la noche— hay divinos almácigos en guardia hay un hombre que lucha con su hambre hay mil pruebas mortales que vencer hay que amar con horror para salvarse ¡Hay hermanos muchísimo qué hacer! (PSA).
pablumbre@hotmail.com
Los grandes nunca mueren. Se desintegran en palabras y sentimientos que los demás hacemos propios.
Un saludo.
Al despertar una gran ceguera
nos borra la esperanza,
el oráculo baja de la montaña
y nos da de beber tus dones,
amigo, años atrás tus ensayos
comían el papel, la mesa,
la habitación, la biblioteca
y todos quedábamos inmersos
en tu pandemia. Sí, podíamos salir
sólo muertos, en el lomo de tu filosofía.
Magno acaba tú voz, claudica la tempestad,
en un paño blanco la despedida zozobra,
la libertad que brota desde tu púlpito
con cada paso, el pilar de la nostalgia
nos acompaña mientras tu lucidez
empaña mis ojos.
No pensaba ver tan pronto tu partida,
aquí en el claro tu pasividad es dúctil
ya tú nos advertías, con el cielo en una mano,
tu voz más joven, intrépida y completa,
se aferra a instruirnos tus sutiles grafos.
A vivir cada día.
Para ti José Saramago
Jorge Saúl Portillo Yábar