El Museo Picasso Málaga incorpora 78 nuevas piezas.

Fue en 1953 cuando se gestó todo. Pablo Picasso inició los contactos con el entonces delegado provincial de Bellas Artes de Málaga, Juan Temboury. El genio universal quería que su obra artística tuviera presencia permanente en su ciudad natal. Su hijo Paul también intercedió. Sin embargo, las conversaciones no llegaron a buen puerto. Casi medio siglo después, en los años 90, Christine y Bernard Ruiz-Picasso – nuera y nieto del pintor – retomaron el proyecto de crear un museo dedicado al artista malagueño con el apoyo de la Junta de Andalucía. Se instituyeron así dos fundaciones: la Fundación Paul, Christine y Bernard Ruiz-Picasso y la Fundación Museo Picasso de Málaga. Partían con el reto de hacer realidad el que, desde el 27 de octubre de 2003, sería el Museo Picasso Málaga (MPM). Pero además nacían con el compromiso de fusionarse en el futuro. Y ese futuro llegó ayer, cuando firmaron la escritura de la que es ya «Fundación Museo Picasso Málaga. Legado Paul, Christine y Bernard Ruiz-Picasso», que gestionará a partir de ahora la pinacoteca.

El «primer beneficio» de esta «nueva etapa», según avanzó ayer la consejera de Cultura, Rosa Torres, será la ampliación de la colección del museo, que, tras la incorporación de 78 nuevas obras de Christine, Bernard y Almine Ruiz-Picasso (esposa de éste), pasará a contar con 233 frente a las 155 que actualmente componen sus fondos propios. A esta cifra, hay que añadir otras 49 piezas prestadas por los herederos en 2003 por un periodo de diez años prorrogables.

Este incremento patrimonial se basa en tres modalidades de colaboración: donación, adquisición y comodato. De momento, sólo se conocen los detalles de las donaciones: dos dibujos (“Dos hombres avivando un brasero”, de 1902, y el surrealista “Cabeza”, de 1933) y cuatro grabados (“Saltimbanquis”, de 1905; “Mujer llorando delante de una pared”, de 1937; “En el cabaret”, de 1934; y “Dos mujeres y un mirón”, de 1968).

De las adquisiciones, sólo se sabe que serán 72: 68 obras y cuatro libros ilustrados, como adelantaba ayer Bernard Ruiz-Picasso; mientras que el contrato de comodato permitirá el préstamo de 43 «relevantísimas» obras gracias a un convenio de 15 años con la Fundación Almine y Bernard Ruiz-Picasso para el Arte. Todo ello en paralelo al acuerdo del Consejo de Gobierno de la Junta de Andalucía del 26 de diciembre de 2007 por el que se autorizó a la Consejería de Cultura a comprometer la financiación del MPM por 15 años.

No en vano, la propia Rosa Torres será la encargada de presidir el patronato de la nueva fundación -compuesto por 19 miembros-, mientras que el presidente de la Junta, José Antonio Griñán, y Christine Ruiz-Picasso serán presidentes de honor. La vicepresidencia primera recae en la secretaria general de Políticas Culturales, Lidia Sánchez, ocupando el cargo de vicepresidente segundo Bernard Ruiz-Picasso.

Como patronos natos dejaron ayer su impronta en la firma de la escritura de la nueva fundación, entre otros, la viceconsejera de Cultura, Isabel Muñoz; la delegada del Gobierno andaluz en Málaga, María Gámez; y el delegado de Cultura de la Junta en Málaga, Manuel Jesús García. Por su parte, como patronos honoríficos se sumaron con su rúbrica el presidente de Unicaja, Braulio Medel, y María Paz Temboury (hija de Juan Temboury), entre otros. De esta forma, la fusión de las dos fundaciones culmina un proceso que permitirá» avanzar en la profesionalización de los recursos humanos del museo e incrementar la labor educativa y de investigación del mismo», según Griñán

Seis años después de que se hiciera realidad, el MPM es el museo más visitado de Andalucía y el «impulsor económico, social y cultural» de la Comunidad, remarcó ayer José Antonio Griñán, para quien la pinacoteca ha hecho que Málaga se afiance «como referente del arte, la cultura y el turismo internacional». Lo declaraba tras el acto de constitución de la nueva entidad, que a partir de ahora tendrá pleno dominio sobre la colección de fondos y el Palacio de Buenavista.

Una fundación con la que Bernard Ruiz-Picasso dijo sentirse «muy ilusionado», ya que da pie a una ampliación que «permitirá ver de forma permanente dibujos y grabados de gran valor». Hasta ahí podía leer el nieto del artista. Habrá que esperar a enero para conocer los detalles de esta incorporación nacida bajo la recién estrenada Fundación Museo Picasso Málaga. Legado Paul, Christine y Bernard Ruiz-Picasso.

Ya se sabe, año nuevo, vida nueva. Pero también imagen nueva, porque el legado de la familia Ruiz-Picasso estrena logotipo: tres rombos que no están ahí por casualidad. En realidad, simbolizan un trozo de Picasso. Concretamente, del traje de aquel arlequín que tanto peso tendría en su obra y en el que el artista malagueño se vería reflejado como una especie de ‘alter ego’. Según su nieto, esos tres rombos «representarán su presencia permanente en el museo».

Fuente: Diario Sur.

En Algún Día: Pablo Picaso.



Categorías:Arte

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